martes, 27 de diciembre de 2016

HISTORIA | La Orquesta Canaro y la llegada de un joven de Arteixo



En el verano de 1950 el Deportivo fichó a los argentinos del Newell's Old Boys Corcuera y Oswaldo. También trajo otro entrenador sudamericano Jerónimo “Oso” Díaz ( lo de “Oso” era por su corpulencia y su terrible apetito que hacía estragos en todos los restaurantes).
Orquesta Canaro
La delantera titular de esta temporada fue compuesta por Corcuera, Oswald, Franco, Moll y Tino; cuatro sudamericanos y uno de San Pedro de Nos. El fútbol preciosista que exhibiría sorprendió a los cuartetos defensivos de toda España. A la vista del encaje de bolillos que practicaba, el periodista de La Voz de Galicia Ponte Patiño, ingeniosamente y recordando su larga estancia por Buenos Aires, la bautizó con el nombre de “Orquesta Canaro”.
Rábade

A pesar de la mítica delantera del Deportivo, en la temporada 50-51 hubo una de cal y otra de aren. Frente a grandes tardes, como el 5-1 al Real Madrid o el 10-1 al Lerida, en Riazor, hubo severas derrotas.
Al final no se jugó la promoción de descenso por los pelos y también por algo de dinero, pues el último encuentro, contra el Murcia, se “arreglo”; de ello puede dar buena prueba el periodista Vituco Leiracha.
 En marzo de 1951 se produjo el paso fugaz por el Deportivo del que hubiera podido ser, según muchos comentaristas y aficionados, uno de los mejores jugadores de la historia del club: el interior Rodolfo Rábade; salto del juvenil, de tercera división, al Deportivo de Primera, delgado, de aspecto débil, era un gran dominador de la pelota y tenía una clara visión del juego, con unos pases en profundidad que causaban admiración a todo el que los veía. También disparaba a puerta con gran habilidad; marcó un gol a Ramallets, que hizo que este le felicitase. Pero todo esto se lo llevó por delante una enfermedad pulmonar y el chaval coruñés se quedó en lo que pudo haber sido y no fue.
Moll y Arsenio
Pahiño
La temporada 51-52, en la que el Deportivo seguía en Primera, contempló el debú en el equipo de un joven rústico de Arteixo que pronto cautivaría a la afición: Arsenio Iglesias. El 20 de enero de 1952 el presidente del Deportivo, Enrique Gómez, cedió su puesto al notario Manuel Otero Peón, tras una reunión de las “fuerzas vivas” de la ciudad.
La copa resultó aciaga, pues el Valladolid eliminó al Depor en la primera fase. Hay que destacar, también, el debú del portero Juan Ignacio Otero, que sería un digno sucesor de Acuña.
Luis Suarez
La temporada 52-53 fue ciertamente agitada, pues el equipo tuvo cinco entrenadores y jugó la liguilla de permanencia. El último partido de esta fue contra el Celta en Balaídos. Vencieron los coruñeses por 3-1, con Helenio Herrera en el banquillo, mandando a los vigueses a Segunda, aunque al final se salvaron por la renuncia del Segundo clasificado, el España Industrial, filial del Barcelona. En la 53-54 destacaron los fichajes de Zubieta, Pahiño, y Bazán. 
El primero era un vasco, exiliado en Argentina tras la guerra civil, que se consolidó como uno de los grandes centrales de  la historia del club. Pahiño, que venía del Madrid, rebotado por el fichaje de Di Stéfano, se convirtió en el goleador del equipo, siguiendole a corta distancia el interior Bazán y sobre todos, Luisito Suárez.

Alineacion 1953